El nuevo universo de Kepler

Vale Paco pero…..la idea de “hombre” completo va más allá de la física….estamos hablando de espíritu también. ¿Noo? ¿Somos el centro de muchas cosas…entre ellas de los sentimientos y por ende…del pensamiento…. 😉 🙂

Miguel Ángel, el espíritu que tú dices es solo una manifestación neuronal que se puede explicar en términos de neurociencia… no hace falta recurrir a nada trascendental para explicar por qué nos emociona un atardecer o una sinfonía de Mahler. El otro gran reto de la Ciencia está en nuestro cerebro, otro campo de estudio apasionante.

Carlos, soy algo escéptico a la hora de pensar que se pueda encontrar un planeta gemelo al nuestro, entre otras cosas porque es casi imposible que exista un sistema solar en el que un planeta se haya desarrollado en idénticas condiciones que la Tierra, ¿Qué existan similitudes? es posible, claro. ¿Qué sean idénticos en todos los aspectos?, entonces si podemos hablar de un posible golpe de gracia a la visión antropocéntrica, pues se puede plantear la existencia de vida inteligente.

Pienso que es un tema más relacionado con la teoría del multiverso, con la posibilidad de la existencia de universos paralelos.

Por tu comentario dejas entrever que no estás al tanto de las últimas corrientes en filosofía de la Ciencia. La idea que sugieres (muy popular, dicho sea de paso, en centros de enseñanza religiosos) tiene quince años, la planteó Stephen Jay Gould en Ciencia versus Religión y desde entonces han surgido muchas voces críticas. Los magisterios separados (NOMA o Non Overlapping Magisteria, en inglés) son aceptados más o menos bien por católicos y anglicanos, así como por buena parte de la comunidad científica que se declara creyente (por cierto, una minoría aplastante).

Por su parte, protestantes y prácticamente todos los musulmanes, no aceptan en absoluto los magisterios separados, porque esta concepción aleja a la religión de campos en los que los practicantes de estas religiones se creen con derecho a opinar, como por ejemplo, la evolución de las especies o la edad del Universo.

Los ateos y agnósticos consideran que los magisterios separados constituyen una equivocación, una salida aparentemente elegante para que el hecho religioso no pueda ser cuestionado desde el punto de vista científico. Pero desde el punto de vista científico que exista o no exista un dios, sí es relevante, ¿acaso es lo mismo un Universo creado por dios que uno creado por las leyes de la Naturaleza? La única opción en que los magisterios separados tendría sentido es en el caso de que a) dios existe y b) no interviene en el devenir del Universo. Obviamente esta opción no interesa a la Iglesia Católica, puesto que una de las manifestaciones de dios que sugiere el Vaticano es la de los milagros. Para subir a los altares el Vaticano exige que el beato haya hecho un milagro. Luego si dios existe e interviene entra de lleno en el campo de la Ciencia.

Evidentemente ni este es el foro para discutir esta cuestión, ni el hilo adecuado, pero estaré encantado de comentarla contigo, si te apetece, tomando una cerveza. :cheer: