Aunque increíble, cosas más inverosímiles se han demostrado. Se sabe que las variaciones de temperatura en la superficie de Mercurio son las más extremas del sistema solar, oscilan entre -180C y +420C. Si tenemos en cuenta que Mercurio es como una bola de hierro recubierta de roca, cabe la posibilidad de que en zonas en que no incide el sol, como son los polos, y a gran profundidad, se mantenga cascotes de hielo. He leído, que estos cascotes de hielo son de escasa profundidad y que pueden tener su origen bien en la condensación de agua en el interior del planeta, bien por el impacto de cometas. Por otro lado, cabe pensar que el hierro en un gran conductor y el hielo en su interior produce un descenso de la temperatura del mismo, motivo por el cual las masas de hielo se mantienen agrupadas en aquellas zonas menos castigadas por la temperatura solar.
Saludos,
José Manuel Moral