Noche inolvidable (Antonia López Osuna)

Me gustaría compartir con todos la maravillosa experiencia que tuvimos la tarde noche, del 14 de Abril que se prolongó hasta un poco entrada la madrugada, ya que no siempre tenemos la oportunidad de vivir una experiencia tan excepcional.

Bueno, empezare diciendo que yo también tuve mis dudas cuando durante toda la mañana, el tiempo estuvo muy inestable por no decir que llovía a cantaros, y por un momento pensé que más que ver las estrellas iba a navegar por ellas, pero sopesé las opciones y pensé “ bueno ha dicho Juan que aunque no se despeje la noche, nada mas por conocer al propietario del observatorio Antonio del Toro merece la pena ir “, así que a las 19 horas estaba en la puerta del instituto, pensando que muchos de mis compañeros habrían tenido la misma idea que yo, y cual no fue mi sorpresa cuando a la hora de la salida, solo estuvimos un grupo reducido, circunstancia que todavía no me explico, pero allá cada cual con las oportunidades que quiera dejar pasar en la vida “ yo por mi parte si las experiencias son como las de la madrugada pasada, no pienso dejarlas pasar “, ya que no solo aprendí un montón de cosas interesantes, sino que tuve la oportunidad de que alguien tan extraordinario, como Antonino me mostrara, una muestra de ese inmenso y para mi casi desconocido Universo.

A eso de las 22: 20, empezó el cielo a despejarse y nos permitió, ver a un tímido Júpiter que se asomaba entre las nubes y nos mostraba sus lunas mas visibles ( Io, Europa, Ganímedes , Calisto ). Y gracias a la previsión de nuestro profe Juan que muy previsoramente había elaborado una serie de mapas-guías de lo que se podía ver a determinadas horas de la noche, pudimos orientarnos y poder saber en todo momento que es lo que el cielo nocturno nos desvelaba, poco a poco. Cuando la noche se fue despejando y siguiendo la eclíptica ( línea curva por donde transcurre el sol alrededor de la tierra, en “su movimiento aparente” ) pudimos observar planetas tan brillantes como Venus, a nuestro vecino Marte y al espectacular Saturno ( si, el de los anillos a su alrededor ). Estrellas tan especiales como las estrellas dobles de la Osa Mayor, las Pléyades, y el cúmulo llamado del Pesebre. Eso lo pudimos ver a través del Telescopio “que no microscopio “ que Antonio tuvo la a amabilidad de cedernos para nuestro disfrute . Pero eso no fue toda nuestra aventura, intercalábamos entradas al observatorio y salidas al cielo raso para poder ver constelaciones como Leo, Cáncer y Táuro al que al final Nuria y yo pudimos distinguir hasta donde llegaba la V de las astas del toro).

Para mi además de una experiencia fue una aventura, que me lleva a reflexionar lo equivocados que estamos, soñamos con aventuras en lugares tan lejanos como Egipto, y en tesoros y misterios por descubrir, cuando tenemos a nuestro alcance una cúpula celeste, con infinitos misterios que desvelar. Con solo salir a un lugar con poca luz, un cielo limpio y estar atentos, se pueden desplegar ante nuestros ojos, tesoros mucho mas impresionantes que los encontrados en las tumbas de los Faraones.